‘Ética de la pobreza

El comisario Chen Cao y el inspector Jaritos tienen mucho en común, sus problemas son parecidos y sus sociedades quizá más de lo que aparentan. Termino de leer a Petros Márkaris y me viene a la cabeza Qiu Xianlong y su reflejo de la sociedad china, nos hablan del presente y también del futuro desde lo cotidiano, desde un oficio como cualquier otro.

Ética para inversores plantea la dificultad de tener una postura coherente en este mundo interrelacionado. Habla de la pobreza solidaria y la diferencia entre la inmigración y nuestra pobreza estructural, la que permite obtener beneficios fantásticos pagando sueldos de supervivencia. También del idealismo, de la necesidad, de la derrota y de cómo las relaciones entre países se reconducen desde la economía.

Me hace recordar también a nuestro Eladio Monroy, un tipo menos oficial y algo más buscavidas, que tan bien sabe reflejar la parte más cutre de nuestra Gran Canaria, que el gran Alexis Ravelo identificó con cierto tipo de personajes, al igual que en la novela de Márkaris, los que solo ven en el territorio y su gente una estupenda oportunidad de negocio.